sábado, 22 de noviembre de 2008

La vida




Vámonos con nuestros sueños a otra parte. Vámonos a Cuba o algún otro país donde el frío no sea la distancia.

Otro lugar donde la luz nos ciegue y no se acaben los días. O simplemente vámonos. Y cuando añoremos tanto nuestra tierra que lloremos escuchando a Serrat, será hora de volver.

Enséñame a vivir. Vamos a nacer otra vez, con la ventaja de haber vivido antes. Otra vez, otra y otra; hasta que la muerte nos asalte desde dentro.